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La vicepresidenta de CERMI Andalucía, Sara Rodríguez, inauguró el webinario sobre violencia de género que sufren las mujeres con discapacidad al que asistieron una veintena de mujeres contando con la participación como ponentes de expertas y representantes del mundo de la discapacidad especializadas en la materia para analizar este grave problema.
Según los últimos estudios, el 10% de las mujeres víctimas de violencia de género tienen algún tipo de discapacidad acreditada y a pesar de estos datos existe una falta de información en relación con denuncias o, por ejemplo, el impacto en menores que este tipo de violencia ocasiona. Desde la Fundación CERMI Mujeres se ha hecho una explotación de los microdatos de las Macroencuesta de Violencia. De acuerdo con este informe, las mujeres con discapacidad tienen un riesgo mayor, en concreto, 10 puntos más. Además, desde Fundación Cermi Mujeres se han llevado a cabo informes territoriales en Extremadura, Madrid y Valencia sobre esta situación de violencia que sufren las mujeres con discapacidad, según su coordinadora, Isabel Caballero. Por su parte, Lourdes Casimiro presentó el Protocolo de atención específica a mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género, propuesto por FAMDISA, en el que se pone de relieve que la invisibilidad en las que se encuentran las mujeres con discapacidad es un factor que explica la mayor prevalencia de los diferentes tipos de abuso. Como datos previos al protocolo, hay que tener en cuenta que todas han sufrido alguna discriminación. Solo la mitad ha denunciado la situación y la gran mayoría considera que no se tienen en cuenta las necesidades específicas como mujeres con discapacidad. Los principios de actuación de profesionales son: -Reconocimiento de la situación de violencia que están viviendo desde una situación empoderada. -Asegurar la confidencialidad de los datos y de las actuaciones. -Combatir el aislamiento y la culpa. -Actuar con la inmediatez y urgencia requerida. -Adecuar los servicios a las necesidades de las víctimas. El protocolo también recoge recomendaciones a la hora de llevar a cabo la entrevista con la mujer con discapacidad que ha sufrido violencia de género. Además, se insiste en la necesidad de llevar a cabo pautas de intervención generales y otras más específicas según el tipo de discapacidad. Por último, este protocolo recoge un sistema de seguimiento y evaluación de la situación de las mujeres víctimas de violencia de género, así como recursos a nivel nacional. En definitiva, este protocolo es una herramienta imprescindible a tener en cuenta por los equipos profesionales que tienen relación directa o indirecta con la atención, asistencia y acompañamiento de las mujeres, víctimas de violencia de género.
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Noviembre 2024
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